02 julio 2006

UNA SORPRESA INESPERADA


Lo confieso: el último aluvión de remakes me ha situado ante reflexiones más cercanas al quiénes somos-de dónde venimos-a dónde vamos que otra cosa. Recuerdo perfectamente el momento álgido de esta cuasi crisis existencial que me asalta: ocurrió justo antes de ver Hard Candy, mientras ponían los correspondientes trailers, cuando uno me pareció conocido, se acercaba por detrás a un niño que se columpiaba y los títulos nos advertían de que nos preparáramos, que se acercaba el momento, bla, bla. Cuando por fin apareció el título de la película anunciada, y vi que era La profecía, no podía dar crédito a mis ojos.

Entonces sobrevino el shock. Hasta ese momento, los remakes solían ser de películas en blanco y negro, normalmente obras maestras, pero que pertenecían a otra época y que, en todo caso, habían ingresado en mi panteón particular vía cinefilia. Pero los títulos que uno degustó siendo adolescente, los que le marcaron, que le dieron miedo o le apasionaron de una manera irracional... buenos, ésos no entran exactamente por esa vía, sino por una más emocional, más íntima y directa que, probablemente, hace que los recordemos mejor de cómo eran. Pero que, en todo caso,
se vuelven intocables.

Y menuda temporadita que llevamos. Mejor no hablar de lo hecho a La niebla, o a la misma Profecía. Hace unos cuantos posts, colgué uno sobre el cartel del Festival Sci Fi de Madrid. Una de las películas que se proyectaban en él era Las colinas tienen ojos. Inevitablemente, me hice cruces y me dije: "Vaya, el Craven se ha apuntado al carro de Romero y Carpenter y ya ha visto la manera de exprimir un poco más los viejos clásicos". Y sin embargo, cuando finalmente he visto la película, he de confesar que me he llevado una gratísima sorpresa. Porque este remake es cine del bueno, sí señor.

Desde los tiempos de La parada de los monstruos, el cine se ha enfrentado muchas veces al tema de la deformidad, de los excluidos. Y una de las grandes renovaciones del género de terror abierta por la fundacional La noche de los muertos vivientes fue el decirnos, de manera mucho más explícita a como nos lo habían dicho hasta entonces, que aquello de lo que debemos tener miedo procede de nosotros mismos, una especie de lado oscuro que permanece agazapado a nuestro lado, creado por nuestras acciones, pero que no vemos hasta que una desgraciada circunstancia nos lo pone delante de nuestros ojos (o a nuestras espaldas, armado con la correspondiente hacha o motosierra). Al fin y al cabo, los zombis, antes de serlo, eran como nosotros: podían, de hecho, ser nuestros propios seres queridos, unos ultracuerpos bastante echados a perder, la verdad.

Desde entonces, el estándar de la plasmación de ese algo maligno creado por nosotros que en el fondo cumple un acto de justicia devorándonos o aniquilándonos ha tenido muchas versiones, que hacen ya difícil el aportar algo nuevo. Por eso sorprende descubrir en la nueva versión de Las colinas tienen ojos una secuencia tan impactante como la del pueblo-test levantado en pleno desierto para comprobar los efectos de las pruebas nucleares norteamericanas sobre la población (un pueblo, para entendernos, como el que aparecía en esa flojina llamada Hulk): la reproducción, en escala 1:1, de lo que suponía el sueño americano en la década de los cincuenta, casas acogedoras, amplias, con porches donde las familias charlaban y los responsables padres de familia se convertían en pilares de la comunidad.

Y para reforzar esa imagen idílica, con un sentido del humor macabro que no tiene nada que envidiar al de los diseñadores de producción de los Craven, Carpenter, Hopper, Romero, Wan o Salva, los científicos que levantaron esos pueblos no sólo llenaron las casas de neveras, televisiones y mesas de bricolaje, sino que poblaron los salones, las cocinas, los porches, los columpios, las calles y las tiendas de maniquíes a tamaño natural de hombres, mujeres y niños (viejos no, curiosamente) limpios y sanos, bien peinados, buenos ciudadanos impolutos, perfectos padres de plástico y niños de sonrisa perfecta y angelicales.

Un escenario bucólico, el culmen de la labor civilizadora, machacado luego por la radiación de las pruebas nucleares. Imaginarse a los científicos y militares observando los daños, la evaporación de esos muñecos que representaban, supongo, cómo ellos veían a sus mujeres, a sus hijos, a la vida que les esperaba al terminar de jugar a dioses al estilo Oppenheimer,
tiene algo de profunda metáfora sobre la condición humana.

Por ello, resulta perturbador que el pueblo de caníbales deformes, descendientes de los mineros que no quisieron abandonar la zona de cuarentena y que crecieron en la profundidad de los túneles de las minas, viva en esas mismas casas, rodeados por los muñecos perfectos de sonrisas chamuscadas y ojos inmóviles. En cierta forma, ambos comparten el ser el resultado de las pulsiones más oscuras de una sociedad bien ordenada y civilizada, que corta el césped los sábados y hace barbacoas los domingos. Y por eso, en el fondo, hay algo de justicia en que los expulsados de ese paraíso de casas adosadas y vida en comunidad se venguen en la familia perdida en medio del desierto: al fin y al cabo, son los descendientes versión principios de siglo de la muy decente sociedad que creó Hiroshima y Nagasaki.

Toda una sorpresa, vaya. Y ésas siempre se agradecen.


LAS COLINAS TIENEN OJOS. The Hills Have Eyes. EE. UU., 2006. Color, 107 min. Director: Alexandre Aja. Intérpretes: Aaron Stanford, Kathleen Quinlan, Vinessa Shaw, Emilie de Ravin, Ted Levine, Dan Byrd, Tom Bower, Billy Drago. Guión: Gregory Levasseur, Alexandre Aja, sobre el guión original de Wes Craven. Fotografía: Maxime Alexandre. Música: Tomandandy. Productores: Wes Craven, Marianne Maddalena, Peter Locke. Vista en: Cine.

[+] Las colinas tienen ojos, en Elpaísliterario.com

16 comentarios:

Libertino dijo...

Jejejeje, me alegro de que te haya gustado.
Me parece una de las mejore pelis del año, así de simple.
Aja es grande, muy grande.
ALEJANDRO MAGNO, cuando el director es la estrella.

Cuando el director es la estrella

Ovación (más de una) en la sala para la nueva salvajada del francés que va a salvar el género.
Con "Alta tensión" solo estaba calentando, quién lo iba a decir, ¿verdad?
Aja ha ganado en narrativa, consiguiendo una hora de metraje en la que se carga la tensión con una atmósfera inhumana logrando meter al espectador de lleno en la trama para una segunda parte b-r-u-t-a-l en la que, literal, no queda títere con cabeza.
Algo (maravilloso) está pasando en el género, sobre todo con los remakes.
En los últimos años hemos visto un lavado de cara más que correcto de moradas del miedo, notables matanzas texanas y sobresalientes resurrecciones de muertos.
Las colinas tienen ojos 2006 entra en esta última categoría.
Un prólogo abrumador que parece tener lugar en un planeta rojizo y unos créditos que dan miedo dan el pistoletazo de salida de una peli que se disfruta in crescendo y en la que Mr. Nicotero deja su firma cada cinco minutos.
Emociones fuertes, sobresaltos, (mucho) gore (pero mucho mucho) y, sobre todo en el tramo final, una dirección rabiosa que siempre va a más y que no decae ni un solo segundo.
Mención aparte para la prodigiosa banda sonora de Tomandandy y la árida fotografía de Maxime Alexandre.
Curioso nombre, sirve para definir el film, "Máximo Alexandre"
Un 9.

Matías Cobo dijo...

Pues iré a verla, aunque tenía mis dudas después de haber visto el simplón y pobre 'remake' de 'La Profecía'.

Ya te contaré.

Shiba dijo...

La verdad es que es de esos títulos que no me llaman demasiado, tal vez porque ni los remakes ni las películas de miedo generalmente suelen ser mi fuerte...

Pero si dices que vale la pena, habrá que hacer un esfuerzo y sorprenderme, si de verdad lo aseguras...

Rosenrod dijo...

Libertino, la verdad es que no se pueden resumir mejor las virtudes de la película. Yo añadiría que los créditos del comienzo me han recordado el final de "Teléfono rojo..."... claro que, con toque bien inquietante. A mí me pareció sobresaliente la fotografía, y la banda sonora es absolutamente eficaz. Y tomo nota de unos deberes ineludibles: ver "Alta tensión". Simplemente, se me pasó; temo que sea imperdonable.

Matías, a ver qué te parece. Junto con "Amanecer de los muertos", creo que es de los pocos remakes últimos que merecen la pena.

Even, bienvenido por este blog. Estoy de acuerdo contigo con los detalles: parece mentira que con un género de coordenadas tan establecidas como éste, aún pueda hacerse sitio a esos detalles que comentas, y que la hacen ir más allá. ¡Para que luego digan que los géneros coartan la creatividad! Supongo que, en el fondo, sólo coartan la creatividad de los que, simplemente, no la tienen.

Y Lucinda... si no te van nada, pero nada nada, las películas de terror como "La matanza de Texas", no creo que te guste, ¡tampoco te quiero engañar! Aunque, ¿quién sabe? Yo odiaba el western, y sin embargo, poco a poco...

Gracias a los cuatro

Anónimo dijo...

Magistral, inmensa, estremecedoramente apasionante. Para mí un 10 y un clásico absoluto desde ya mismo.

Anónimo dijo...

Rosenrod, tras ver el remake de "La Niebla" me juramenté no ver ni uno más salvo que el boca a boca me dijera lo contrario. Pero mira tu por donde que tuve como tu la ocasión de verla en la Muestra de cine SCI FI, y me llevé una grata sorpresa, porque me gustó en general, salvo ese happy end, que bien podía habérselo ahorrado, después del buen tono de todo el metraje, coincido como tu en que es una parábola política sobre como los nortacas no pueden vivir sobre la mierda que siembran, por no hablar de sus gotas de propaganda "era nuclear" tan en voga por el conflicto de enriquezco un poco de uranio por aquí, corea me toma el pelo por allá, Aja ha estado sembrado, al igual que en su anterior film "ALTA TENSIÓN", que desconozco si has tenido o no, la oportunidad de verlo. La escena de la caravana la lleva al paroxismo, a mi me gustó en general. Ese puntito de Spaguetti Western que tiene el poblado minero o ese plano general de la huella de la explosión atómica.

John Trent dijo...

Muy buena, y superior a la original. De todos modos en mi caso no fue una sorpresa inesperada puesto que ya me esperaba mucha calidad de esta pelicula.

Alexander Adja se confirma como uno de los directores mas a tener en cuenta de la actualidad.

Rosenrod dijo...

Bueno, Marnie, veo que va habiendo quorum, así que creo que, por el poder que nos otorga el ser dueños y señores de nuestros blogs, creo que va siendo hora de calificarla como una de las mejores películas del año, ¿no?

Alfie, coincido contigo en casi todo, salvo en el "happy end": creo que, en realidad, el final tiene la suficiente mala leche como para dejarnos claro que difícilmente saldrán de ahí los supervivientes... y no me extiendo más en atención a los que puedan leer esto y aún no hayan visto la película. Y no, no la vi en el festival, a pesar de que lo anunciara en el blog (en casa del herrero, etc., etc.), la vi en el cine. Lo cual me plantea, de paso, esta cuestión: ¿por qué una película como ésta no se ha estrenado en V. O. S.? ¿Es que los propietarios de los cines de versión original la consideran indigna de compartir cartelera con la coreana o indie de turno? Hay cosas que sigo sin comprender...

Y John: lo bueno que tiene esto de los blogs es que rápidamente identificas tus lagunas. Y confieso que yo tengo una del tamaño de la de Ruidera con "Alta tensión". Urge recuperarla ya, ¡peinaré los dvdclubs fetén en su busca!

Saludos a los tres

Noa dijo...

Precisamente acabo de comentar la peli en mi blog. Sí señor, muy buena. Me sorprendió para bien. Aunque tampoco la veo perfecta como Marnie. Pero el señor Aja se merece todos mis respetos. Tenemos a un hombre que nos dará buen cine. Alta tensión y Las colinas... son dos buenísimas muestras de lo que puede dar de sí.

Un beso a todos, en especial a Rosenrod ;)

Anónimo dijo...

yo también tengo la intención de comentarla en mi blog

a ver si me pongo


Yo tampoco creo que sea un happy end pero no por el detalle de que los mutantes los sigan observando sino sencillamente porque lo importante no es que hayan sobrevivido sino "como" han sobrevivido, creo que ahí reside la fuerte carga de esta película

Rosenrod dijo...

Noa: mentiría si no dijera que acepto con gran entusiasmo ese beso especial que, of course, te devuelvo más especialmente aún :) Me alegro leerte de nuevo; se te echaba de menos.

E Ysi, totalmente de acuerdo: hay algo profundamente desolador en ese final. Y por supuesto, espero con impaciencia ese texto, ¡anímate!

Abrazos a los dos.

Raccord dijo...

Si no fuera porque estaba en Londres en un puto teclado sin eynes ni tildes le habria hecho un post. A mi tambien me parecio buenisima, y eso que tb era tan esceptico al principio como tu.

Hay una cosa que me parece super interesante. Porque se le puede sacar tanta chicha a los buenos titulos de terror? Me refiero, tienen como un significado antropologico o como quiera llamarsele, muy interesante.

Tu comentario me parece buenisimo (que este de acuerdo contigo en la valoracion de la pelicula, no influye) y eso... Que a lo del Cesar lo que es del Cesar: que si es un remake comercial vale, pero a pesar de ello muy muy bueno.

Rosenrod dijo...

Buena pregunta, Raccord. Creo que el género de terror, tan denostado por tantos críticos de meñique estirado, cuando es bueno, tiene un potencial metafórico y significativo enorme. Claro que desarrollar eso daría no ya para un post, sino para un volumen entero pero, si sigue la evolución del género de terror desde sus inicios, creo que tendremso un bonito retrato sobre la evolución de nuestra sociedad. Y quizá por eso, a veces, las series B, incluso las Z, consiguen llegar donde no llegan otras, por su absoluta falta de inhibición a la hora de abordar las historias y los temas.

¡Nada, nada, hazte pero ya con un buen surtido de eñes y tildes y vuelve por estos lares!

Un saludo!

Anónimo dijo...

Es la peli que más me ha llamado la atención de todo el año, además, a mi novia le ha encantdo, dice que no para de soñar con ella. Que se pone cuando vuelve a verla.

Rosenrod dijo...

¡Vaya!, dice mucho en favor de tu novia, pero... ¿¿¿de verdad se pone cuando vuelve a verla??? Curioso (y algo preocupante, la verdad) ;)

Un saludo!

Rosenrod dijo...

Hola, Ignacio. Pues te agradezco la propuesta (aunque no sé muy bien cómo buscando cosas de bricolaje has llegado hasta aquí :) ), pero reconozco que soy la torpeza personificada: poco podría ayudar yo a esta idea. Pero descuida que, si veo que puedo aportar algo, por supuesto que podréis contar conmigo.

Un saludo, y gracias por pasarte por aquí. Voy a echarle un vistazo a tu página...