28 diciembre 2006

EL ESCRITOR INFALIBLE


No es raro ver a escritores entre los jurados de los festivales de cine. De hecho, ya nadie se extraña cuando lee la relación de nombres que se encargarán de conceder los galardones de un certamen; ni siquiera, cuando el literato elegido confiesa no ver habitualmente películas, y que lo único que conoce de lo que se hace últimamente es lo que se programa en televisión (y que, como cualquier aficionado al séptimo arte sabe, no es precisamente la mejor manera de acercarse a lo más interesante de la producción cinematográfica mundial).

Una declaración como ésta la hizo el premio Nobel José Saramago, integrante del jurado del último Festival de Cine de San Sebastián, y no pasó nada. Bien es verdad que tampoco fue demasiado original; por poner sólo un ejemplo, Juan Carlos Onetti, como reconoció su viuda en un acto público, ejerció de jurado sin gustarle ir al cine (bueno, en realidad, como todo el mundo sabe, no le gustaba salir de casa para ir a ningún sitio).

Es algo que me llama mucho la atención: ¿por qué los escritores, por el mero hecho de serlo, parecen tener barra libre para opinar del resto de las artes? Y no sólo sucede con el cine: intervienen en ciclos de conferencias sobre pintura, sobre música, en cualquier tertulia televisiva, en la que basta que en el rótulo aparezca “escritor” para que tenga bula para opinar sobre cualquier tema (aunque existe la fórmula mixta “escritor y periodista”, de similar, aunque un poco menos glamurosa, eficacia).

Pero, limitándonos al cine, que es lo que nos ocupa en este blog: ¿de dónde viene ese prestigio, esa superioridad de la letra escrita frente a la imagen? ¿Qué pensaríamos si en el jurado que discute cualquier premio literario importante apareciesen cineastas sin una carrera literaria de importancia? (ha habido algunos ejemplos, como el premio Alfaguara, en el que han participado como jurados directores como Agustín Díaz Yanes o Isabel Coixet). Porque, si de lo que se trata es de ofrecer una visión aperturista de las artes, una que no busque compartimentar, ¿por qué no lo hacemos con todas? ¿Por qué los jurados de los festivales de cine no se llenan de pintores, de músicos, de escultores, de diseñadores de moda, de galeristas o directores de orquesta? (y lo mismo cabe decir del resto de comités que imparten prestigio y reconocimiento).

No: no se entendería que Cannes o Venecia hiciesen algo así, pero en cuanto se trata de escritores, se les abre las puertas de cualquier jurado. Y que conste que no me refiero a los que han mantenido y mantienen alguna relación con el cine, como pueda ser un Paul Auster. Lo importante a la hora de ejercer como jurado tendría que ser el demostrar una capacidad para valorar el arte cinematográfico, un arte con sus propias reglas, sus códigos particulares… Y eso no lo da la literatura, no: lo da el cine, en cualquiera de sus vertientes, como espectador, como director, como crítico… como sea. Independientemente de que, además, uno pueda dedicarse a escribir, a fotografiar, a pintar, a componer…

La letra escrita tiene su sitio, uno muy importante. Pero no reina sobre los demás: afortunadamente, somos seres complejos, y nuestra búsqueda de la belleza conoce muchos caminos. Y el que domine uno de ellos no se hace, automáticamente, experto en el resto. Aunque haya recogido un premio de manos del mismísimo rey de Suecia.

17 comentarios:

M.M. dijo...

Buff! Es un tema peliagudo... No estoy de acuerdo contigo en varios aspectos que mencionas. En primer lugar, yo sí creo que las distintas artes se encuentran estrechamente interrelacionadas; si no fuera así, ¿por qué hay tantos escritores pintores o tantos músicos poetas, por ejemplo? El dominio de un arte es un don, don que en muchos casos viene "en pack". El motivo, seguramente, reside en el "tipo" de mente que se tiene. No es lo mismo tener mente de artista que tenerla de matemático o médico. Por tanto, yo sí creo posible que un artista del ámbito que sea pueda juzgar otra clase de trabajo artístico. Al fin y al cabo, contar una película es contar una historia añadiéndole algunas variantes... Creo, por tanto, que un escritor es perfectamente capaz de juzgar un libro, un cuadro o una película y un director, a su vez, de hacer lo propio.
Bueno, no me extenderé más, no quisiera redundar en lo mismo.
Saludos!! :D

Anónimo dijo...

Interesante tema. Yo estoy total y absolutamente de acuerdo con lo que plantea y opina Rosenrod. Ser escritor no habilita, por el mero hecho de serlo, para ser jurado en un festival de cine. Los miembros habrían de ser personas con cierta formación y dominio del arte cinematográfico, ya que éste se rige por sus propias coordenadas.

Las artes están relacionadas, sí, pero me parecería excesivo que un escritor, un pintor, un músico o un escultor puedan entrar a valorar una película en un festival si no tienen unas mínimas nociones de cine.

Creo yo.

Anónimo dijo...

Hombre, en principio el arte de la literatura y del cine tienen una fuerte unión por la profusión de adaptaciones literarias que han aparecido en el cine... pero elegir como integrantes del jurado a alguien que no domina ni mínimamente el asunto que juzga... en cualquier caso será un error gravísimo.

Un saludillo y feliz fin de año!

Donnie dijo...

Pues yo casi me quedo con Freddyvoorhees, está relacionados, pero no creo que en los premio planeta les hiciese ilusión tener a Sam Raimi de jurado...

De Saramago me quedo con Ensayo sobre la Ceguera y Ensayo sobre la Lucidez.

Saludos!

Natalia Book dijo...

Ejemplos:
Pérez-Reverte: Declaró estar contento con la adaptación de Alatriste.
Cercas: Dijo que Soldados de Salamina era una gran película.
Bernardo Atxaga: También estaba feliz con la película de Obaba.
Dios mío, grandes escritores y ni idea de lo que es una buena película. ¡¡¡ Y eso que eran sus libros...!!!!
Saludos

Anónimo dijo...

Supongo que ser escritor no habilita para ser jurado. Vale. Pero tampoco estoy seguro de que debe ser el jurado de un festival. ¿Alguien relacionado con el mundo del cine, un artista o un intelectual, que para nada es lo mismo? Debe un actor particpar en festivales o en votaciones de premios.

Supongo que depende de lo que busquemos. A mi no me parece mal que participe Saramago. Por otra parte si de lo quee se trata es de denunciar el tratamiento privilegiado de unas artes sobre otras, ahí si estoy de acuerdo. Es posible que con la literatura se confunda lo que antes he señalado como artista e intelectual

atuaire dijo...

Saramago es un perfecto candidato a participar en cualquier jurado, como lo sería Yo, o Rosenrod o cualquier otro, todo depende de lo que se busque juzgar, y no hablo de cine o pintura o literatura. Hablo del prestigio público e intelectual y del criterio del que valora y de los que atendemos.

Ejemplo: si voy a una librería a comprar un libro de miedo y en la portada aparece una cita de Quentin Tarantino diciendo que el libro es de "cojones", me puedo hacer una idea de como es esa clase de libro, aunque este director no tenga ni "zorra" de literatura. Va en función del conocimiento que la personas que atiende tiene sobre el que valora.

He leido bastantes libros de Saramago lo que me permite conocerlo, más o menos, y saber que criterio puede tener a la hora de juzgar algo, y lo que diga sobre ese algo me condicionará seguro, pues valoro su pensamiento.

No me extiendo más. saludos una vez más y feliz año!

Anónimo dijo...

Siendo grave que un escritor sin pasión cinéfila admitida opine de lo que no entiende o no le interesa. Aún me parece más grave el caso de los academicos Hollywoodienses que votan películas que no han visto o en el mejor de los casos, lo han hecho en un televisor.

Es evidente que lo que buscanban en San Sebastián era el prestigio de unir el nombre de su certamen con el de un premio Nobel. Cosa difícil si se invitaran únicamente a cineastas. Aún no se concede el Nobel al mejor Cinematógrafo.

La solución, sencilla, Rosenrod. Ignoremos algo tan fútil y absurdo como son los premios y festivales y situemosles en el paródico/publicitario lugar que merecen y buscan.

Y cambiando de tema. Que el nuevo año te traiga todo lo aquello que desees y bien mereces, Rosenrod.

Por una vez (que no soy muy dado a esto de los afectos virtuales) te envío un abrazo. Pásalo bien estos días.

Anónimo dijo...

Hombre, el caso de reverte y alatriste.... creo que luego dijo que a la peli le cortaron una hora (que dificilmente haria buena la peli, pero quizá sí digna...) y todas esas chorradas para justificar los palos que recibía...

Rosenrod dijo...

Nüx,creo que lo que dices es cierto. Yo no defiendo la compartimentación a ultranza, ni mucho menos, porque la creo artificial. Mi post se refiere más a que existe una preponderancia, para mí injustificada, del escritor sobre las demás artes: el escritor puede hablar de cine, de arte, de literatura, de videocreación... de todo; pero ese criterio no se aplica a los creadores de otras disciplinas. Eso es lo que pretendía señalar: por supuesto que hay escritores que se mueven como peces en el agua a la hora de hablar sobre cine (Javier Marías, por ejemplo: sus escritos como espectador suelen ser muy jugosos, se esté o no de acuerdo con él). Pero otros psrecen no entender que el lenguaje de la imagen es otra cosa muy distinta al escrito... y lo que ya no me parece de recibo es que todo un jurado de un premio de la categoría que pretende el de San Sebastián puede hacer una afirmación así, y no pase nada. ¿O es que nadie diría nada si, por ejemplo, un barítono que formase parte del jurado de la Bienal de Venecia declarase que sólo sabe del arte actual lo que ponen el la televisión? Simplemente señalo ese doble rasero.

Creo que un cierto conocimiento del arte cinematográfico sí que es necesario, Max, sea en lo técnico o en lo que se refiere al lenguaje cinematográfico... no para disfrutar como espectador, ojo, que eso afortunadamente está abierto para todo el mundo que quiera. Pero dar un premio de este calibre... en fin, me parece más complicado. De hecho, si me dijesen que Saramago estaba en el jurado porque fuese un gran aficionado al cine, entendería que era por ese motivo, y no lo vería tan problemático (si lo hubiese demostrado escribiendo sobre él, a ser posibles cosas con interés, mejor que mejor). Pero os invito a que visitéis la web del festival y busquéis la ficha de Saramago: decidme dónde se ve justificada su presencia en el jurado (y una aclaración: esto no es algo personal contra Saramago; es una opinión que tengo desde hace tiempo y que, simplemente, la entrevista con el Nobel portugués me ha hecho recordar; de ahí que se centre tanto en él).

Freddy, basta con revisar la historia del cine para ver que en su origen también participaron pintores, escultores, escenógrafos... ¿qué sería del cine sin el expresionismo? Lo más grande del cine es que nace del concurso de varias artes para crear algo nuevo. Y no sólo bebe de la literatura, por muy importante que ésta sea y haya sido.

¡Jajajaja! Muy gráfico, Donnie.

¡Jajajajajajaja! Yo no lo hubiera explicado mejor, Natalia.

Ése era, ni más ni menos, el objeto del post, Pequeñoibán.

Totalmente de acuerdo, Atuaire... salvo en el hecho de que pertenecer a un jurado de un festival de cine es algo más que, por ejemplo, hacer un comentario en una columna, algo tan legítimo para un escritor como para cualquiera que haya visto una películ y quiera recomendarla a la gente que conoce (aunque, claro, la columna del escritor tendrá lógicamente más repercusión).

Álex, todo lo mismo para ti, pero... me temo que ninguno podríamos prescindir de los chascarrillos que nos traen los premios. Pero, de todas maneras, da lo mismo: al final, siempre nos quedamos a solas con nuestro gusto.

Gracias a todos y, ¡feliz año! Y, ¡que os traigan buenos libros y pelis! ;) (y exposiciones, y conciertos, y...)

Roger Crunch dijo...

Hombre, si el escritor-jurado en cuestión es la señora Sara Mago, pues me parece bien; ahora, si le dan esa potestad a Dan Brown, pues como que no. No se si me explico...
Rosenrod, ¿te apuntas a un post de Reyes contando todos los regalos que te han hecho relacionados con el cine? es uan chorrada, pero bueno, puede tener su gracia.
Felices estertores del 2006.

Mar dijo...

Pues sí... entre todos habéis escrito todo tan claro que poco puedo opinar, solo que estoy de acuerdo :)
Se supone que si vas a juzgar sobre algo debes tener algo más que una ligera idea, o al menos que te guste. Pero bueno, son cosas de la publicidad y todo eso.
Feliz 2007 ;)

Anónimo dijo...

Si el problema sólo fuera que ponen a escritores (u otro tipo de artistas no relacionados con el cine) en los jurados de los festivales. El problema es que a veces una flipa plastidecores con los miembros que componen los jurados, que no me extraña que a su decisión la llamen "el fallo del jurado", porque sí, en efecto, se lucen lo suyo. Porque una cosa es tener a un director más o menos reconocido y con una trayectoria importante, o actores o productores o lo que sea en la misma situación. Pero, joer, que muchas veces, supongo que a menudo porque no encuentran a nadie más, meten a tíos que no sabes ni quiénes son, o a pseudo-actrices y demás material de desecho, que te cuestionas hasta qué punto, más allá de no ser una autoridad en la materia y tener un criterio sólido, entienden más de cine que el común de los mortales.

Y lo de reconocer que nunca van al cine no es exclusivo de esos escritores que comentas. De hecho, hay muchísima gente con un nombre dentro del cine que reconocen que prácticamente no van al cine ni están al día con los últimos estrenos. Y ya en casos extremos, pero que tampoco son una excepción, te encuentras con directores que afirman no haber visto títulos clásicos de esos que ha visto hasta un chavalín de 13 años.

Pero volviendo al tema inicial, a mí lo que me da mucha rabia es el término "intelectual", más que el de escritor con autoridad para opinar sobre todo. Porque cuando a uno le encoloman la etiqueta de "intelectual", ya no es que se le considere una autoridad en cualquier materia que se tercie, es que parece que se convierte automáticamente en el líder espiritual que guía con su mente preclara a toda la Humanidad.

Anónimo dijo...

Ah, y por cierto, estoy muy de acuerdo con lo que dice Donnie. Ya veríamos la que se armaría si en un premio literario pusieran de jurado a Sam Raimi XD

Y, relacionado con esto, hay una cosa que siempre me ha sorprendido mucho, y es que en los jurados de festivales de cine suelen incluir a directores, actores, productores, incluso gente de otros apartados artísticos (ya por no mencionar los que ni siquiera trabajan en la industria), pero muy pocos (por no decir ningún) guionistas. Parece que incluso para la gente del cine el guión sigue siendo lo de menos XD

Rosenrod dijo...

Crunch, el problema es que, te lo creas o no, ¡nadie me regala nada relacionado con el cine! Supongo que debo tener una fama de pedorro redomado, así que la gente prefiere regalar otras cosas (eso de: "total, seguro que lo tiene"... ¡y luego no tienes ná!) Pero descuida: si cae algo, quedará constancia. Muy buen año también para ti.

Pues sí, Thalatta; parece mentira que haya que recordar algo tan básico.

Marnie, señalas varias cosas muy interesantes: es cierto que los guionistas siguen siendo como de segunda, que el término "intelectual" es un comodín que sirve para todo, y que la cultura cinematográfica no es que sea precisamente vasta (con "v", con "b" me temo que sí) entre mucha de la gente del cine. Así nos va, supongo...

Gracias a todos y ¡feliz año!

Anónimo dijo...

Si es cierto lo que decis que tradicionalmente se le ha dado a la literatura una superioridad respecto de las demas artes....posiblemente por la primacía linguistica por sobre los demas sistemas de signos... :) pero bué! de todos modos estamos en una era donde el valor de la imagen se está modificando tanto que en ocaciones aventaja al lenguaje oral y escrito (tengo mis dudas acerca de si eso es bueno o no... :)) pero el valor de la imagen es otro... :)

Hablando del poder de la imagen... ¿Cuando viene tu critica sobre "The flag of our fathers" ? La estoy esperando... :)

Rosenrod dijo...

Pues esta semana nos la estrenan por aquí, Dark, así que caerá en breve... ¡vaya si caerá!

Un beso!