18 julio 2007

TODO LO QUE PUEDAS SOPORTAR


Jon Brion, I've Got a Surprise for You Today. BSO de Magnolia


"¡Que Dios nunca te envíe todo lo que eres capaz de soportar!", dice el sabio dicho popular. Y en lenguaje cinematográfico nos lo remacha Paul Thomas Anderson en su soberbia Magnolia, uno de los retratos más demoledores, y sin embargo más bellos, de lo difícil que puede llegar a ser vivir.

Un puñado de personajes (de un niño prodigio que va camino de batir el récord de uno de los concursos estrella de la tele, a un anciano moribundo en su lecho de muerte) arrastran su existencia en un día en Los Angeles, esa gran urbe en la que los sueños son de cartón piedra, pero la soledad de materia bien sólida (como ya nos lo había mostrado Anderson en la estupenda Boogie Nights fijándose en el mundo virtual por excelencia, el del porno).

Casi más que personas son autómatas sonámbulos, que se mueven de un lado para otro, se plantean sueños imposibles desde un principio, porque con lo que no cuentan es que basta vivir el suficiente número de años para acumular errores y culpas suficientes para cegarte para siempre el acceso a la felicidad. Y durante tres horas, en una cinta que es de por sí una lección de cine, sus destinos van entrecruzándose y el lazo en torno a su cuello cerrándose, a la vez que el parte meteorológico va revelándonos cómo la humedad se va condensando en el aire, anunciando una tormenta que ojalá fuera salvífica, pero a la que nadie prestará mayor atención.

Mirando hacia atrás, no deja de parecer injusto que, del perfecto plantel de actores, el único que se llevase un galardón a casa fuese Tom Cruise, reconocido con un Globo de Oro al Mejor Secundario por su papel de estrella de la autoayuda machista que, uno no sabe por qué, parece un anticipio de su actual etapa ciencióloga. Al fin y al cabo, la interpretación de Cruise parece ser la de quien tiene clara conciencia de que se está trabajando un papel de premio, de los que complementan con prestigio una carrera comercial... Aunque, a decir verdad, si un proyecto tan ambicioso como éste fue capaz de salir adelante, fue precisamente por contar con Cruise entre sus intérpretes, así que se le puede perdonar sin problema.

Pero es que el resto... es simplemente deslumbrante. Desde una Julianne Moore que nunca ha estado mejor, paseando su desolación, su desbordamiento de mantenida joven y guapa que se casó con un viejo millonario sólo por su dinero, y que descubre horrorizada que ahora que él se muere y en teoría ella va a quedar libre, se ha enamorado del moribundo; o el enfermero Philip Seymour Hoffman, la humanidad hecha imagen de celuloide; o el niño Jeremy Blackman, máquina de aprender cosas inútiles y que cae del cielo al suelo cuando no es capaz de contener sus ganas de orinar en un directo de máxima audiencia; o William H. Macy, quizá el anterior viniendo de un futuro en el que perdió toda su inteligencia por un inoportuno rayo; o... Las redes que se tejen entre ellos son de acero: hablar de culpas y de víctimas llega a ser imposible, porque en cierta forma todos somos ambas cosas... y es difícil estar vivo cuando ni siquiera sabes a qué bando afiliarte.

Y en éstas, sólo lo extraordinario puede traer consigo un respiro, un parón para tomar aire y evitar la asfixia. Porque sólo lo que escapa a nuestros actos puede acabar con nuestro penar, bien mediante una enfermedad fulminante, bien a través de algo espectacular e inexplicable... y ni siquiera es una redención: es sólo un descanso, antes de que la rueda vuelva a funcionar.

Pocas películas como Magnolia han retratado con tanta profundidad el alma humana. A pesar de que quizá en su tramo final lleguen a pesar algo las más de tres horas de metraje, es d
ifícil no quedar subyugado por su capacidad hipnótica. Y para cuando llegamos al bellísimo y esperanzador plano final, esa tímida sonrisa de Melora Walters que pulveriza de un solo golpe la angustia de su rostro de cocainómana y, a la vez, nos permite respirar y liberar nuestra tensión, no podemos evitar aprovechar la menor ocasión que tengamos de mirar al cielo, a la espera de que, cuando creemos que no podemos más, que vamos a rendirnos, aún puede caernos encima algo más con lo que no contamos...

Una sensación que sería imposible sin la bellísima partitura compuesta por Jon Brion, y de la que al principio habéis podido oír, pinchando en el reproductor, uno de sus temas, largos, densos, y que es de los que mejor resumen lo que es la película, con un arranque ominoso que acaba abriéndose como la flor de los títulos de crédito.


Aunque lo que más se recuerde sean las canciones de Aimee Mann, inspiración última de la película. Y de la que es imposible no mencionar Wise Up, uno de los momentos álgidos de la cinta, en la que se rompe la lógica cinematográfica para que todos los personajes, incluso los que resulta imposible que lo hagan, canten la canción que contiene el sentido último de Magnolia: cuando crees que no puedes más, ten claro que en realidad no va a parar, no va a parar nunca. Así que espabílate; o ríndete.




Magnolia

EE. UU., 1999 188 min.

Escrita y dirigida por
Paul Thomas Anderson

Interpretada por
Jason Robards, Tom Cruise, Julianne Moore, Jeremy Blackman, Philip Baker Hall, Melora Walters, John C. Reilly, William H. Macy, Philip Seymour Hoffman

Música de
Jon Brion

Canciones de
Aimee Mann

Montaje de
Dylan Tichenor

Fotografía de
Robert Elswiti

Producida por
Joanne Sellar
.

24 comentarios:

Mar dijo...

¡no tengo tiempo, no tengo tiempo! (como el conejo de Alicia) que nos vamos a ver al Potter y no te puedo leer (aunque sí escuchar... ahhh suspiro de gusto).
Que solo venía a decirte que cuando quieras nos mandas la foto de tus rizos y verás ;)
Besoss

Anónimo dijo...

Esta peli fue una de las cosas más impresionantes que servidor semicinéfilo ha tenido la oportunidad de ver. Y esto me recuerda que necesitaría un revisionado de la lluvia de ranas.

Anónimo dijo...

no digo esto con facilidad, pero esta es una de las mejores películas que he visto en mi vida

Rebe dijo...

Una película magnífica, impresionante de principio a fin, incluso sus casi tres horas de duración se pasan volando. Y sobre las interpretaciones... sin palabras, todos fabulosos. Toda la banda sonora es perfecta. De lo mejor que se ha hecho en los últimos años.

Un besote!

Mar dijo...

Ya he vuelto... magnífico lo que has escrito. Sí es la vida misma, tengo que ver la película, creo que no la he visto (la recordaría), pero, en todo caso,hay que mirar al cielo o a la tierra o dentro de tí mismo que siempre hay algo hermoso y por lo que seguir.
Besoss

Carles Rull dijo...

Una idea excelente la de permitirnos leer su crónica con la música de Jon Brion de fondo.
A Paul Thomas Anderson, entre otros méritos, le considero un maestro del montaje tenso y angustioso. Siempre nos reserva algun cruce de vidas cruzadas para el tramo final.
Ni siquiera estaba mal, ni Anderson, ni Adam Sandler, en "Embriagado de amor", también con música de Brion.

BUDOKAN dijo...

Anderson es uno de los directores que más me interesan de los últimos tiempos. Muy interesante la lectura que haces de este excelente film que ajusta su estructura coral como pieza de relojería. Saludos!

Faraonika dijo...

mmm Creoq ue ya sé que película voy a alquilar hoy, porque no, no la he visto, para matarme según parece.

La canción es preciosa.

Un saludo!

Rosenrod dijo...

Creo que te gustará, Tha; ya me dices.

Yo acabo de volver a verla, M., y te puedo asegurar que tiene la misma fuerza que la primera vez que la vi, cuando se estrenó. Es impresionante.

Desde luego, en mi caso está también entre las mejores, Jordi.

Esta última vez que la vi, Rebe, la empecé ¡a las dos de la mañana! Me dije: "venga, veo lo que aguante, y mañana la termino". Me fue imposible dejarla: me la tragué entera, me quitó cualquier rasgo de sueño, me emocionó... una experiencia cinéfila de las que no abundan.

Bueno, la verdad es que la inspiración se la debo a su web, amigo Cineahora.

Sí señor, ¡qué fácil hubiese sido que se le escapase la película en algún momento, Budokan, y sin embargo qué bien la sabe llevar!

No es para matarte, Faraónika: pero alquílala, y vela en algún momento que puedas hacerlo con calma, sin prisa... no te defraudará.

Un saludo!

Anónimo dijo...

La grandeza de esta obra maestra absoluta que es "Magnolia" radica en las múltiples lecturas que ofrece. Anderson humaniza a sus personajes de modo angustioso. Enerva al hacerlo y se gana las críticas de los que consideran que utiliza el tremendismo para mantener la atención en su rebuscada narración.

Ya que Carles te inspiró a ti, crearé un tercer ángulo recuperando el posteo que le dediqué a "Magnolia" en mi viejo blog.

Por cierto, Carles... ¿cómo que no está mal "Embriagado de Amor"?... Ay que ver!!

Saludos, Rosenrod, y excelente texto, que hace mucho que no te recuerdo lo bueno sois vos en ésto.

Anónimo dijo...

Un películon, sí señor. Se me hace la boca agua pensando en lo próximo de P.T.Anderson, "There will be blood", y es que este hombre es tan bueno que hasta hace que una peli con Adam Sandler sea buena.
Tengo la sensación de que "There will be blood" va a ser una de las películas mas importantes del próximo año.

Por cierto, la canción del final ("Save me") que también la cantaba Aimee Mann, es casi mejor.

Paxton Hernandez dijo...

WOW.

Está es una de esas pocas obra maestras que duran más de 3 horas y se pasan tan rápido como el agua.

Y sí. La Música. ¡La música!

WOW.

Saludos, Rosenrod!!!

Carles Rull dijo...

Pues créame que será todo un placer ir conociendo sus gustos musicales.

Y, Álex, tienes razón, "Embriagado de amor" requiere otro posicionamiento más contundente. La verdad es que me encantó.

Jobove - Reus dijo...

gracia spor linkarnos, procedemos a hacer lo mismo con tu grandioso blog, somos grandes seguidores del cine y este blog nos sera de gran ayuda

saludos desde Reus Catalunya

Rosenrod dijo...

Gracias, Álex, siempre por tu generosidad. Y no hace falta decir que corro a echarle un vistazo a tu post rescatado.

Todas las canciones de Mann son estupendas, Varg, tienes toda la razón. Pero hay que reconocer que ésta, además, va unida a uno de los momentos álgidos de la película.

Tú lo has dicho, Paxton, ¡con la de bodrios que se van hasta las 3 horas sin tener nada que contar!

Jajaja, me encanta este debate a tres bandas, Cineahora. Y sí, ahora que he aprendido cómo se hace, supongo que irá apareciendo algún tema que otro por este blog.

Gracias a vosotros, Té.

Un saludo y buen fin de semana!

Azid Phreak dijo...

Me alegro de conocer gente a los que también les gustó Magnolia. A mi casi me linchan al salir del cine.

Creo que es una película redonda de principio a fin. Aún recuerdo ese comienzo espectacular del "suicida" y el hombre rana del árbol justo antes del temazo de Aimee Mann. Por cierto, de la banda sonora me encanta Momentum, con ese aire cabaretero que tan bien le queda.

Parece mentira, pero hasta mi odiado Tom Cruise está soberbio con su pinta de telepredicador y domador de fieras.

Sin duda mi frase de la película es:
"Tengo mucho amor que dar... pero no se donde colocarlo"

Saludos y como siempre, excelente crítica Rosenrod.

Dcine dijo...

Pues como no podía ser de otra forma, soy fan de esta película desde que vi sus primeros 5 minutos. Supongo que era inevitable.
Recuerdo que estuvo dos o tres semanas en mi ciudad y por esos avatares de la vida no pude ir a verla durante todo ese tiempo. Pero como parece que era una película que el destino me tenía reservado que debía ver en una sala de cine, el último día que la proyectaban -desconocía ese dato- tuve que acercarme a la sala por casualidades de mi trabajo y, al descubrir que era la última sesión, no tuve más remedio que entrar en la sala (y también justamente cuando se apagaban las luces). No sabía muy bien lo que me esperaba. Había visto Boogie Nights y las expectativas estaban altas. Cuando vi ese espectacular comienzo que nos habla de ciertas casualidades encadenadas, hechos aparentemente sin relación pero que la vida se encarga de que encajen extrañamente, me quedó claro que estaba ante algo grande.
Si no es una obra maestra, le falta muy poquito.
Algo parecido me ocurrió con la siguiente película de su autor, una película inferior y mucho menos redonda, pero extrañamente hipnótica y con una labor de dirección extraordinaria. Lástima que su director no se prodigue mucho.

Un saludo a todos,
Barry Collins

Hatt dijo...

Puestos a elegir, prefiero Punch Drunk Love, pero Magnolia siempre me ha gustado...

Además: "It´s rainin´ frogs, alelujah, it´s rainin´frogs..." ;P

Anónimo dijo...

Marinero (Alberto Q)
www.lacoctelera.com/traslaspuertas

No se enfaden conmigo... A mí se me hizo pesada aunque reconozco buenas interpretaciones y alguna gran escena (esa lluvia de ranas es grandiosa).

perdón por la rapidez pero escribo desde un teclado de un hotel suizo (de Lucerna) y voy justo de tiempo.

Saludos

Rosenrod dijo...

¿¿¿Casi te linchan, Azid??? Madre mía, eso sí que es tremendo; deduzco que la elegiste tú, y los que te acompañaban no comulgaron demasiado con tus gustos, ¿verdad?

La verdad es que estamos todos esperando su nuevo proyecto como agua de mayo, Barry; esperemos que no nos defraude.

Vaya, eres la primera persona que antepone "Embriagado de amor" a ésta, Hatt. La verdad es que es también muy interesante.

No hay nada que perdonar, Marinero: ni por la opinión ni por la rapidez. ¡Faltaría más!

Un saludo!

Anónimo dijo...

Me parece una película brillante, exquisita. Sólo la he visto una vez pero me encantó ya con su primer visionado.

Además de la historia hay que destacar el excelente trabajo que hacen todos y cada uno de sus intérpretes.

Pero lo que más me llegó fue la BSO gracias a esa voz caída del cielo que tiene Aimee Mann. Con canciones como One, Wise up, Save me...todas buenísimas.

Tunia dijo...

Ummmm, me ha picado. No tenia conocimiento de ella, pero intentaré mirarla con mis 4 ojos, pero es que me pasa como a Tha, ¡¡no tengo tiempo¡¡¡me falta de echo....
Saludos

Peggy dijo...

Creo que es una de las peliculas mas demoledoras e impactantes que nunca he visto , densa , vital , realista y dura , esto ultimo porque son situaciones vitales al limite pero reales ....no nos hablara usted del maestro Bergman?

Anónimo dijo...

Hola,
Bonita elección de películas e interesante blog. Creo que el mensaje central de la trama iba con otra cita, no sé si la recuerdas. La película es increíble y muy buena. Hace por lo menos 7 años la vi por recomendación de un amigo que andaba en etapa depresiva y cargado de problemas, a falta de palabras para explicarme su estado de ánimo me señaló que la película explicaba mejor lo que no podía decirme en ese momento para que yo lo pudiera comprender y ayudarlo. Entocnes la vi y quedé impactada. La película tenía ese tono fatalista sobre el espectáculo, esa magnolia que permanecía abierta enseñando todo su interior me parecía un símbolo de esa espectacularización de la vida caótica, del infierno íntimo y de la precariedad de lo humano, de toda su fragilidad escondida entre el pasado y el presente de lo que un hombre es. Hay otro mensaje que me dejaba pensativa entocnes y aún ahora, estaban esas palabras de la canción que repetían varios de los personajes y que completa la cita que tú colocas por aquí:
"Puede que tú hayas acabado con el pasado, pero el pasado no ha acabado contigo. Cuando crees que no puedes más, ten claro que en realidad no va a parar, no va a parar nunca. Así que espabílate; o ríndete".
Esa densidad de esas palabras y del mensaje todo de la pela permuta con esta idea de que todo regresa, la vida te cobra el saldo insidioso de lo que le debes. No sé si sentiste que había esta suerte de moraleja alrededor de la pela: lo que hiciste en otro tiempo te pasará la cuenta en el presente, de modo que trata de hacer las cosas bien, trata de hacer las cosas bien, reconcíliate con tus culpas. O más allá de la moraleja queda esta idea de que las culpas del presente o lo que somos tiene su cimiento en lo que fuimos ayer, que habría que tener cuidado al vivir la vida, provocar el menor daño posible a nuestro alrededor, corregir el error a tiempo y sobre todo perdonar a tiempo que solo tenemos esta vida y no hay otra. Me pareció buena la fragilidad final del Tom Cruise en su personaje de la película, la relación con su padre como explicación de su actitud deformada y machista, su rabia contra él se abre como la magnolia que explica su fragilidad al reunirlo en la muerte, al reconciliarlo para perdonar su pasado y el daño que su progenitor le causó. El tono fatalista mezclado con lo absurdo del castigo apocalíptico (me refiero a esas ranas cayendo del cielo y las otras tantas señales del fin del mundo del Apocalipsis de la Biblia), también es otro rollo denso que me impactó mucho en este director, no podría desmenuzar nada más por aquí, pero habría otro tanto que decir, o mejor, volver a ver la película porque ella explica por sí misma.
Bonita reseña la tuya. Saludos, acabo de llegar y seguramente volveré otro día.

Vanessa