12 octubre 2008

DESCUBRIENDO LA PÓLVORA: "MATADERO CINCO", DE KURT VONNEGUT


En demasiadas ocasiones, cuando uno se acerca (aunque sea a destiempo, porque se supone que hace muchísimo que tenía que haberlos leído) a títulos míticos, se lleva un chasco. Y si de lo que hablamos es de los libros que fueron clave en esa cosa que vino en llamarse la contracultura, la posibilidad de que lo que nos caiga en las manos suene anticuado, ingenuo o poco provocador, se multiplica. A mí me ocurrió, durante bastante tiempo, con Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut. Poco importaba que, para un temprano aficionado a la ciencia-ficción como yo, se tratara de uno de los pocos libros que habían merecido la atención de la crítica literaria “seria”, hasta el punto de considerarse como uno de los títulos clave publicados en los convulsos Estados Unidos de los sesenta. Temía encontrarme con alguna desfasada crónica hippie o lisérgica, algo cuya potencia el tiempo habría desactivado rápidamente...

Hasta que leí que, entre los múltiples proyectos que Guillermo del Toro tiene en cartera (si logra sacar adelante aunque sólo sea el cincuenta por ciento de ellos, empezando por El Hobbit, será para hacerle un monumento, casi independientemente de su resultado artístico), estaba este pequeño volumen de Vonneg
ut. Y, llamadme snob o lo que queráis, fue el detonante para que finalmente me decidiera a echarle el ojo: si algo tengo claro, es que Del Toro, de tonto, no tiene un pelo. Y si cree que Matadero Cinco o La cruzada de los niños (pues ése es su título completo) aún es capaz de decirnos algo cuatro décadas después, es conveniente seguir su consejo.

No me arrepentí: Matadero Cinco es de los mejores libros que haya leído nunca.


Es bien sabido que el libro nace de las experiencias de Vonnegut
en la Segunda Guerra Mundial; más concretamente, del bombardeo de Dresde, una de las mayores carnicerías del siglo XX, en la que la ciudad entera, sin objetivos militares declarados y repleta de refugiados, fue borrada del mapa en tan sólo dos días de febrero de 1945, merced a una implacable acción de la aviación aliada que tenía más de venganza que otra cosa. Vonnegut da en el libro la cifra de 130.000 muertos, más que en Hiroshima (a lo largo de los años, se han barajado cifras que oscilan entre los 25.000 y los 350.000). Un hecho, por cierto, rápidamente silenciado tras la conclusión de la guerra, porque la única versión oficial posible era que sólo los nazis tenían el monopolio de la crueldad; y si aun así las tropas aliadas habían cometido algún exceso, al fin y al cabo los propios alemanes (y también los japoneses) se lo habían buscado.

Sin embargo, el p
ropio Vonnegut, que comienza el libro en un tono autobiográfico, confiesa su imposibilidad de narrar a la manera tradicional lo que allí sucedió, lo que vio. Por eso escoge un camino sorprendente: por un lado, porque utiliza el humor negro, salpicando las 188 páginas con algún momento realmente desternillante, por más que lo que esté contando sea terrible, y con el recurso a coletillas del lenguaje coloquial que funcionan como una rima interna que da una gran agilidad al texto. Pero su principal apuesta es escoger, más allá del primer capítulo, a un protagonista ficticio, Billy Pilgrim, un pobre hombre que se ve arrastrado al frente como ayudante del capellán de un regimiento, un modelo del ciudadano norteamericano medio que, una vez acabada la contienda, hará una fortuna llevando una vida aburrida y sin sobresaltos.

Hasta aquí, bien... salvo que, en un momento determinado, se nos revela que Billy Pilgrim confesó que, años después de la guerra, había sido raptado por un platillo volante que le había llevado al planeta Trafalmadore, donde había sido exhibido en un zoo y donde los extraterrestres le enseñaron que el tiempo no es lineal, tal y como lo entendemos, sino un todo en el que cada momento contiene todos los momentos posibles. Dicho de otro modo: donde no existe la muerte, porque todos podemos vivir simultáneamente cada momento de nuestra vida, de principio a fin, a nuestro antojo.

Y así, Billy Pilgrim aprende a trasladarse de un instante a otro de su existencia, de los bosques de Francia a su infancia, de su accidente de avión a su estancia en un campo de concentración alemán, del recuerdo de su oronda y aburrida esposa a su deambular por entre las ruinas de algo que anocheció siendo una ciudad y se despertó convertido en un paisaje lunar donde apenas destacaban montañas de escombros... Y curiosamente, el contraste continuo, el cambiar de una página a otra de tiempos y espacios, acaba componiendo un retrato enormemente poético, triste y desolador de la condición humana. Que Vonnegut sea capaz de iluminar el interior del ser humano con materiales aparentemente tan heterodoxos es lo que hace que penetre tan hasta el fondo, porque utiliza caminos que nadie había hollado y donde, por lo tanto, las palabras aún conservan intacto su significado. Matadero Cinco es, sin lugar a dudas, una obra tremendamente viva, que nos sigue interpelando, que arranca sonrisas y emociona hasta el tuétano, todo en uno. Así es.

¡Difícil papeleta, Guillermo!



En uno de los momentos más potentes del libro, Billy Pilgrim ve en la televisión un documental sobre el bombardeo de Dresde... proyectado al revés: ...La formación volaba hacia una ciudad alemana que era presa de las llamas. Cuando llegaron, los bombarderos abrieron sus portillones y merced a un milagroso magnetismo redujeron el fuego, concentrándolo en unos cilindros de acero que aspiraron hasta hacerlos entrar en sus entrañas [...] Cuando los bombarderos volvieron a sus bases, los cilindros de acero fueron sacados de sus estuches y devueltos en barcos a los Estados Unidos de América. Allí las fábricas funcionaban de día y de noche extrayendo el peligroso contenido de los recipientes. Lo conmovedor de la escena era que el trabajo lo realizaban, en su mayor parte, mujeres. Los minerales peligrosos eran enviados a especialistas que se encontraban en regiones lejanas. Su tarea consistía en enterrarlos y esconderlos bien para que así no volvieran a hacer daño a nadie... (traducción de Margarita García de Miró)

11 comentarios:

Chasky dijo...

Estoy contigo, Matadero Cinco es un libro que debería ser imprescindible para cualquiera.

Ahora estoy a punto de terminar de leer Trampa 22 de Joseph Heller, me está encantando así que si no lo has leído te lo recomiendo.

Anónimo dijo...

Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas

Me sonaba "Matadero cinco" y sabía que era una de las referencias de la ciencia ficción. Ahora, tras leer su análisis me apetece más tenerlo en cuenta. ¿Por qué tengo tan poco tiempo para todo y tantos libros películas y cosas pendientes de las que disfrutar?

Un abrazo!

Mar dijo...

Me vas a hacer cambiar la lista que tenía prevista... pero creo que lo va a merecer. Feliz semana. Un beso

Anónimo dijo...

Qué grande es la obra de Kurt.

Roger Crunch dijo...

Acabo de sentir la sensación de un vacío en mi biblioteca. Lo añadiré a mi lista.

saludos!

Anónimo dijo...

Apunto en la lista de mis pendientes tu recomendación!!
PD: Por cierto... ¿has mencionado de cuántas páginas se trata? ¿Me tendré que enfrentar a uno de esos tochos de más de 900 páginas a los que eres tan aficionado? ;)

JRB dijo...

Pues no conocía el libro y la verdad es que me han entrado muchas ganas de leerlo. Por lo que veo en las fotos, está publicado en Compactos Anagrama. Lo buscaré :)

Rosenrod dijo...

¡No! ¡Nada de 900 páginas! De hecho, tan sólo 188! Cabe en cualquier bolsillo, se puede llevar a cualquier sitio... ¿Se puede pedir más? :)

Un saludo!

Pilar Cita dijo...

No soy muy aficionada a la ciencia-ficción literaria, pero ha sido leer tu recomendación y sentir unas ganas enormes de leerlo!

Y Billy Pilgrim todo un personaje, nunca mejor dicho! :)

Saludos!!

Anónimo dijo...

El género ciencia-ficción cuando es cinematográfico suele engancharme, cosa que en la novela o ensayo es todo lo contrario ¡no me atrae en absoluto! Debo ser más rara de lo que ya soy...ja,ja,ja Pero leyendo tu entrada me ha resultado muy interesante el libro, de modo que apuntado queda!

Queremos darte las gracias por linkear nuestro blog al tuyo, esto mismo hemos hecho nosotras y ya figuras en nuestros Blogs Amig@s.
Te mandamos besos multicolores.

GURTU dijo...

Sera lo próximo que lea... cuando termine de Ian McEwan "Amor Perdurable"... de la misma colección... si lo dices tú y Vinicio... habrá que zapearlo...