06 noviembre 2009

AYER PRESENCIÉ EL COMIENZO DEL FIN


Puede que recuerde la fecha de ayer como los mayores recuerdan la de la llegada a la Luna, el referendum de la Constitución o el asesinato de Kennedy. Es posible que se me quede marcado a fuego como el instante en el que todo empezó a cambiar y a transformarse en otra cosa. Puede que haya un antes y un después, el principio del fin del Viejo Mundo y el nacimiento de otro lleno de miedos y esperanzas... Ayer quizá presencié el Fin de la Historia: por la tarde, vi por primera vez a alguien (un chico) leyendo un libro electrónico. Fue en un vagón de metro y me pareció que, mezclado con el sonido del tren avanzando por el túnel, podía percibirse el crujido que precede al derrumbamiento.

10 comentarios:

Mar dijo...

me alegra tu regreso :)
Uff puede ser, aunque a mi me sigue gustando el tacto del libro, pero comprendo que es muy apetitoso tener una biblioteca entera en un espacio muy pequeño y sin talar árboles. No se si se lee bien en el aparatejo, en fin... ¿Cómo sería el cambio de los papiros al libro?

ZAratustra dijo...

¿Qué pasó?
¿Estaba viendo el Calendario Maya en ese invento diabólico?

No, no será el fin del libro de papel.

¡Sólo cuando dos lunas tiemblen al paso de aves amarillas perseguidas por un collote intermitente ocurrirá!

Isabel dijo...

Dichoso tú que has oído el crujido del principio del fin!! Yo no oí nada... las larvas de unas polillas del papel que he encontrado en uno de mis libros habían hecho su trabajo sigilosamente... ¡¡ay!! :(

Patricia Gardeu dijo...

Nos contaron el otro día que están incorporando unos sensores para que además de leer en pantalla, percibamos los olores...
Esto no ha hecho más que empezar...

Anónimo dijo...

Recuerdo cuando Sofia, la sobrina del inspector Gadget abría el libro para hablar con el perro y buscar información por satélite, se me erizaba la piel. Siempre he soñado con tener algo así. Pero aún me parecen poco prácticos. Esperaré a la segunda generación.
Santianes.

Jaime dijo...

¡Qué dices! ¡Leía un libro!

Tal y como están las cosas, me cuesta creer lo que cuentas

Rosenrod dijo...

¡Que sí, que sí! Bueno, eso, o lo que hacía era fardar de aparato (electrónico), que todo es posible...

Lo de reproducir olores como que no lo veo. Me recuerda a aquél sistema cutre con el que querían complementar la sensación del cine... Y además, ¿alguien se imagina un vagón de metro lleno de aparatitos, cada uno con su olor?

Y no sé yo si me gustaría saber cómo huelen algunos de los libros que más me han gustado...

Paris Quelart Budó dijo...

Me gusta Luis Tosar.

lauraenmadrid dijo...

ni de coña! A ver, que a unos le apetezca vender terminales no significa que a la larga se vaya a quedar.

¿OS imaginais el e-book manchado con grasa del bozata de sardina? Es que este papel no deja cercos!!!!

lauraenmadrid dijo...

perdón!! quería decir del bocata