26 noviembre 2009

EL CINE ESPAÑOL Y EL DERECHO (O NO) A EQUIVOCARSE


Leo en ABC las siguientes declaraciones de Enrique González Macho, productor y distribuidor y alma mater de los Renoir: "Todo el mundo tiene derecho a hacer una película y a equivocarse, pero no creo que tengamos que crear una industria en la que el que se equivoca siempre siga. No es que se hagan películas buenas o malas. El problema es cuando se hacen películas inútiles". Muy interesante pero, como siempre, demasiado elíptico... ¿Cuáles son las películas "inútiles"? ¿Quién tiene derecho a volver a intentarlo después de equivocarse, y quién no? Aun así, me parecen unas de las palabras más enjundiosas que se han dicho con motivo del movidón de la Ley del Cine.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Respuestas a las preguntas:

1) Películas inútiles
- Las que no llegan ni a estrenarse.

2) ¿Quién tiene derecho a volver a intentarlo?:
- Quien consiga financiación (no subvención claro). Eso indicará que presenta un proyecto en el que alguien cree.

Vamos, como cualquier currante Que mete la pata y es despedido. Tiene derecho a volver a intentarlo si encuentra a alguien que crea en él y lo contrate.

An dijo...

Yo casi opino como anonimo, la verdad esto del cine, como mucha literatura y otras artes, no puede pretender vivir de la subención. Saúdos e apertas

Azid Phreak dijo...

Yo soy de los que piensan que hay muchas películas inútiles, estrenadas y vanagloriadas por los de siempre. Para mi una película es inútil si no me transmite absolutamente nada (además de "quitarme" siete euros).

Lo peor de todo es cuando además ha sido subvencionada, publicitada (a veces llegando a límites que harían enrojecer de envidia a mis odiados "correos cadena"/spam) e incluso encumbrada por la crítica. Quizás el problema esté en mi, pues creo que la inutilidad de una película es subjetiva y es siempre una sensación personal e intransferible. Es por ello que, por ejemplo, a mucha gente el Anticristo de Von Trier o Los Abrazos Rotos de Almodovar les parezcan verdaderas obras maestras y a mi me parezcan totalmente inútiles e innecesarias(con el mayor de mis respetos para todos los seguidores de estos dos cineastas).

Dice un proverbio árabe: "No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio". Creo que esa es la definición que busco.

En cuanto a quien debe volver a intentarlo, yo creo que todo el mundo merece una segunda oportunidad (y una tercera una cuarta y sinó que se lo digan a Uwe Boll).

Un saludo!

Rosenrod dijo...

La verdad es que apuntáis todos cosas bastante sensatas, pero el problema es que, aparte de cosas de sentido común, siempre acaban apareciendo aspectos que no son tan fáciles de determninar.

Un ejemplo: como dice Anónimo, un criterio (factible) podría ser el de que una película que no llega a estrenarse sea, por principio, inútil. Pero, si le damos la vuelta a la proposición, no nos sale necesariamente algo que sea igualmente cierto: ¿Quiere decir eso que todo lo que se estrena es "útil" (o, dicho de otro modo, que merece la pena haber sido estrenado)?

Porque, no lo olvidemos, desgraciadamente no es la calidad el criterio último que determina la razón por la que muchas películas lleguen a las carteleras.

En fin, complicado tema, en verdad...

Anónimo dijo...

Respuesta a la tercera pregunta:

- NO.

A ese tipo de proposiciones no se les puede dar la vuelta. Si marcas un límite inferior no quiere decir que también sea el superior.

Y yo aún diría mas: la mayoría de lo que se estrena es una Kaká. Pero también creo que Facebook lo es. Y en eso, me parece, la realidad me ha dado una buena bofetada.

¿Somos los consumidores inteligentes? No se sabe, pero somos los que pagamos.

Igual lo que hay que hacer no son buenas películas, si no buenas campañas para que la gente pague por verlas.