24 octubre 2006

ROZAR EL GENIO


Si hay algo difícil de plasmar en una pantalla, es el genio artístico. Las limitaciones del medio hacen que, inevitablemente, las vidas de pintores o músicos queden muchas veces reducidas a un mero telefilm que nos relata, en un estilo más o menos "tomatero", las excentricidades, vulnerabilidades o, incluso, crueldades que rodearon sus vidas. Pero el otro matiz, su fuerza creadora, el don que marca la diferencia entre el simple energúmeno y el ser excepcional, resulta casi imposible de captar con la cámara y, simplemente, se pierde.

Tengo un amigo pintor; me gusta mucho hablar con él sobre cine, porque me señala cosas en las que nunca me habría fijado. Él me ha enseñado a no ver las películas como mera narración, sino como algo más, como un arte que trabaja, sobre todo y por encima de todo, con luz; y es esa conciencia de que el cine es, ante todo, un arte visual, la que me ha hecho descubrir nuevas váis para disfrutarlo.

Pues bien, este amigo mío tiene una frase lapidaria: no existe ninguna película en la que actor alguno haya representado bien a un pintor. Para él, no se trata de aparecer pintando o de sufrir mucho, sino de una cuestión mucho más sutil: el artista no lo es sólo cuando está ante el lienzo o el soporte sobre el que trabaje, sino que lo es siempre, a cada momento, y eso se expresa en su forma de mirar, de relacionarse con su entorno... en cada gesto que hace, en suma. Y eso es algo que suelen olvidar los actores que hacen de pintores.

Por eso es por lo que no salva a nadie de la larga lista de nombres que han encarnado a artistas del pincel, ni siquiera al Ed Harris de Pollock. Yo, en esto, no estoy de acuerdo con él, porque creo que la honestidad y esfuerzo de Harris a la hora de enfrentarse con un personaje como Jackson Pollock es extraordinaria, y que algo de ello quedó reflejado en la película. Pero bueno, yo no soy pintor.

Viene a cuento todo esto porque se acaba de estrenar Copying Beethoven, una película normalita de Agnieszka Holland que se quedaría en nada si no fuera por la interpretación, precisamente, de Ed Harris en el papel del compositor alemán en sus últimos meses de vida, justo cuando, sordo y solitario, se enfrentaba al estreno de la Novena Sinfonía y a la escritura de sus cuartetos y la Gran Fuga, obras estas últimas incomprendidas en su época y que se adelantaron muchas décadas a su tiempo.

La forma en la que Harris se enfrenta al personaje recuerda mucho a cómo lo hizo con el pintor norteamericano pues, salvando las obvias diferencias, se trata de una interpretación muy física, que busca el contraste entre el abandono a su mundo interior y sus explosiones creativas. Pues bien, por momentos Harris consigue hacernos creíble cómo Beethoven sentía la fuerza de una interioridad en la que la música surgía espontáneamente como reacción a una realidad exterior a la que se sentía cada vez más ajeno, debido a su sordera. Pero, en otras ocasiones, la película se pierde en los lugares comunes del artista misántropo, como en la historia un tanto llevada por los pelos que contrapone su visión ideal y romántica del arte a la fría y utilitaria del ingeniero novio de la chica que entra a copiar sus partituras (una Diane Kruger que, al menos, aquí no molesta tanto como en Troya).

De todas formas, hay una escena en la que aparece la belleza, y es en la secuencia final, en la que Beethoven, ya enfermo e imposibilitado para escribir, dicta al personaje de Kruger un cuarteto, que él va describiendo mientras suna de fondo. Una música hermosa, como lo es oír al viejo compositor hablar de los violines que se elevan como el alma que busca a Dios, mientras el chelo permanece grave, como el cuerpo que permanece atado a la tierra, sin poder seguirla...

En ese instante sí, nos parece rozar el genio... hasta que llegue un amigo músico y también nos diga: "no es esto, no es esto...". Pero, mientras tanto, aprovechemos.

COPYING BEETHOVEN. EE. UU., Alemania, 2006. Color, 104 min. Dirección: Agnieszka Holland. Intérpretes: Ed Harris, Diane Kruger, Matthew Goode, Phyllida Law, Ralph Riach, Bill Stewart. Guión: Stephen J. Rivele, Christopher Wilkinson. Fotografía: Ashley Rowe. Producción: Sidney Kimmel, Stephen J. Rivele, Christopher Wilkinson, Michael Taylor. Vista en: Cine.

[+] Copying Beethoven, en Pelisbilbao

[+] Copying Beethoven, en La Butaca

27 comentarios:

Mar dijo...

A esta sí que le tengo ganas!!!!, confieso que estaba esperando tu post :)
Adoro a Ed Harris y a Beethoven y su música, seguro que la parte final es tan bella como la has contado, pero hay que oirla... digo verla ;)
A ver cuando me dejan ir al cine...
Besos

Anónimo dijo...

Casualmente también tengo un buen amigo pintor y es a través de él quien eh aprendido mucho de cine, el fue quien me adentro a todo ese mundo fantástico del cine.

Con respecto a la película ansiosa de verla, gracias por la recomendación, te recomiendo que cheques “Fuga” es chilena, tiene algunos aportes que no se han mostrado en otras películas.

Saludos.

Anónimo dijo...

Ed Harris haciendo de Beethoven! esto merece ser visto :D

En cuanto a lo de interpretar a un genio, estoy de acuerdo que hay una actitud, una serie de rasgos en su personalidad que hay que saber reflejar. Tanto el actor a la hora de adaptarse, como el mismo director. En Amadeus de Forman, por ejemplo, creo que el genio histriónico de Mozart está muy bien reflejado; la obsesión desmesurada por su obra, la pasión que vuelca en ella, su talento a la hora de componer...
Vamos, aquello que suele ser una constante en todos los genios.
Un saludo Rosenrod ;)

Anónimo dijo...

Ah! y gracias por tu resgistro en el foro! (ahora lo acabo de ver) Que sepas que eres moderador en el subforo cine. A ver si convencemos a más gente para que "foree" por aquellos lares. Saludos.

Anónimo dijo...

Entretenida película de Agnieszka Holland, que resulta agradable y bonita en todo momento.
Es muy interesante ver el poder de creación de una obra musical, ya no maestra, sino inmortal, la Novena Sinfonía. Y Holland lo logra de forma amena y, a veces, emotiva.
Su primera hora es bastante buena, con estupendos e ingeniosos diálogos entre los dos personajes principales: el genial e inaguantable músico y su ayudante y apoyo en los momentos finales de su vida (en realidad el personaje de la joven es inventado, no fue real).
Más tarde tenemos el histórico concierto donde se oyó por primera vez "La Novena Sinfonía", con las impresionantes voces de su magnífico coro.
Un momento (largo, pero para nada pesado), que es simplemente sublime, emocionante, vibrante. La piel de uno/a se pone literalmente de gallina y no es difícil, incluso, echar algunas lágrimas (comprobado en dos señoras que estaban sentadas delante de mí en el Kursaal Auditorio de Donostia).
Tras ese inolvidable momento la cinta baja en intensidad, cosa algo lógica, salvo en el excelente momento de la exposición de los diferentes puentes. Un momento donde se comprueba de qué pasta estaba hecho en verdad Beethoven, y lo que significaba para él la belleza, amén de visualizarse el miedo e incluso, porqué no, la envidia, del maestro.
Los últimos momentos del filme son serenos, dejando finalmente un buen sabor de boca, aunque es bien cierto que debería haber sido un poco mejor, dado el nivel de su primer tercio.
Excelentes interpretaciones y perfecta ambientación.
De la música no es preciso hablar, dado que se compone fundamentalmente (no recuerdo ahora si exclusivamente) de la obra del genio musical. Es decir, maravillosa

Anónimo dijo...

¡Que bajón de película! No sé porque siguen haciendo pelis tan encorsetadas, tan faltas de libertad y a las que se le nota a la legua las deficiencias. Pero bueno

A mi sólo me gustó Ed Harris. El resto me aburrió y agobió

Un saludo!

Vade Retro dijo...

Interesante invitación a rozar la belleza de esa forma :-)

Rosenrod dijo...

Si te gustan Ed Harris y Beethoven, te gustará, Thalatta. Sin embargo, a mí, salvo esos momentos a que hago referencia, no me encantó. Sin ser mala (se deja ver), tienes la sensación de que no llega a donde podría dar el tema. Pero Harris está bien, y la música de Beethoven... ¿hace falta decir algo sobre ella?

¿Tiene que ver con la "Gran Fuga" de Beethoven, Ixchel? Anoto la recomendación... aunque me temo que no será fácil echarle el ojo por aquí.

¡Ufffff! Te lo agradezco, Galoy, pero bastante tiempo me ocupa mantener este blog vivo; no podría ocuparme de ello en condiciones, lo siento. Pero prometo pasarme a ver qué se cuece por ahí.

Es curioso lo que comentas de esa secuencia, Iñaki; a mí se me hizo un poco larga, quizá porque no pude evitar sentir que estaba asistiendo a una especie de "mix" de la Novena, además de ser algo reiterativa... si no puedes colocar toda la sinfonía (que obviamente no puedes, o al menos no en una película comercial), ¿tiene sentido alargarlo tanto? Y sin embargo, personas de cuyo criterio me suelo fiar mucho están encantadas con esa secuencia... En fin, no tendría el día.

Toda la razón, Pequeñoibán: cuando no está Harris en el plano, simplemente se cae. Y los ocasionales excesos catatónicos de la Holland no ayudan, la verdad.

Así lo sentí yo en esa escena, Vade. Pero es algo tan personal, que puede que tú lo veas y no te diga nada... en fin, si alguna vez la ves, ya me dirás.

Gracias a todos!

n3rfe dijo...

Y esta disparidad de opiniones en los comentarios?? xDD

Me resisto a decir nada hasta que la vea...

Dcine dijo...

Pues todavía no la he visto (pero no tardará en caer )
En cuanto a la representación del genio quizás tenga razón tu amigo. Supongo que es realmente complicado mostrar algo como "el genio" de un artista, de cualquier tipo, pero si hay una película que nos haya mostrado magistralmente algo parecido es "El sol de membrillo". Dos genios trabajando juntos para crear una película realmente mayúscula. Claro que no era un actor el que representaba a un artista si no un artista en si, pero bueno, es la película de las que he tenido la suerte de ver que más se acerca al genio de un artista.

Un saludo y cuando vea Copying Betethoven ya te contaré.

Barry Collins

Anónimo dijo...

Tienes razón, me he precipitado un poco, je, je. De todas maneras, como es un foro entre amiguetes... tampoco pasa nada.
Un saludo!

Bowie dijo...

está muy arriba en mi lista de películas pendientes, ya te cuento cuando la vea. me gustó bastante Pollock, El loco del Pelo Rojo, en la que K. Douglas interpreta a Van Gogh, también me parece una gran película sobre pintura

va el abrazo

Anónimo dijo...

No la he visto y me interesaba bastante hacerlo, pero con la avalancha de estrenos que hay estos días, creo que la dejaré para más adelante.

kasandra dijo...

Pues aunque sea sólo por esa imagen en que aparece la belleza... yo me la bajo (si la encuentro). Después de ayer y la joven del agua, ya estoy con las otras del director que recomiendas y no había visto. Me mola mogollón esto que estoy haciendo contigo. Porque normalmente no puedo hablar o sentir lo que otras personas sienten acerca de lo que yo veo en las pelis, y así aunque no es como verla con alguien interesante... pues es como saber que alguien que Ve la ha sentido y la analizado.

Entiendo lo que cuentas de tu amigo pintor. Joder, cuántas cosas nos aporta la gente que vive algo con pasión, como motivo principal de la partitura de su vida, ¿verdad?

Ed Harrys siempre me gusta. O por lo menos me cautivó en 'Las horas'. ¿Por cierto? Escribiste algo sobre esa peli que se pueda leer...


Dejo las interrogaciones quietas y mal colocadas. Es muy temprano y me vuelvo otro rato a la cama

Un beso.

kasandra dijo...

Ah, lo de la gran fuga es flipante. Dices: dios mío, ¿cómo se puede vivir con ese nivel de intensidad si eso sonaba en su cabeza?

Anónimo dijo...

Hola a tod@s,

Dos comentarios, uno sobre el comentario de Pequeñoiban. Solamente decir, con todo respeto, que no estoy de acuerdo con él. De acuerdo en que es una peli que podría haber estado mejor, pero no está mal.Creo que hay más cosas buenas que malas, bastantes más.

Y el segundo comentario, a Rosenrod, decirle que la famosa escena de "La Novena Sinfonía", logicamente es para gustos. Claro que es larga, de eso no hay duda, pero lo importante es si te llena o no, si te cansa o no, si te aburre o no, si te hace feliz o no. Yo reconocí al instante que es bastante larga, pero me gustó y me dieron ganas de levantarme y aplaudir. Claro que no por cómo había rodado Holland, sino por la bellísima música.

Un abrazo a tod@s.

Iñaki

Anónimo dijo...

A veces es mejor ver las cosas como un simple aficionado que como todo un experto/profesional en el tema.

Se disfrutan más.

Director's Cut dijo...

Yo solo digo una cosa... Espero que le den el Oscar a Ed Harris, ya le toca. Creo que es uno de los grandes!

Saludos Rosenrod ;)

Rosenrod dijo...

Pues sí, N3rfe, está visto que no nos ponemos de acuerdo :) ¡Bienvenido!

Pues, Barry, ¿puedes creerte que ni ésa salva mi amigo? Exigente que es, el tío... :)

Recibido, Galoy. Un saludo!

La he visto, Bowie (y bienvenido, sobre todo con ese nick :) ) ¿Sabes que Scorsese también hizo de Van Gogh? Fue en "Los sueños", de Kurosawa. A la pregunta de por qué se había cortado la oreja, contestaba que por que siempre le quedaba mal en los autorretratos...

Creo que puedes pasar bastantes por delante, Marnie. Sin problema.

Totalmente de acuerdo en lo de la Gran Fuga, Kasandra: debía de ser un don, sí; pero también una tortura.

Pues nos topamos con el gusto personal de nuevo, Iñaki. Y es una disparidad que, como te dije, se repite bastante, incluso entre los críticos.

Pues no te falta tu parte de razón, Mykima. Algo parecido les debe pasar a los enólogos: en cuanto haces un curso de cata de vinos, ya no te sirve cualquiera. Y, ¿es eso una suerte? La posibilidad de disfrutar se reduce mucho, quizá demasiado... :)

Pues sí, Director's, que si le nominan por ésta, será la quinta. ¡Ya va bien!

Gracias a todos!

Anónimo dijo...

A mi tb me gustó Harris en Pollock aunque quizá tu amigo tenga algo de razón en su crítica al acercamiento cinematográfico a la figura de los pintores. Y sobre esta película me confirmas lo que siempre sospecho con películas así: El protagonista se luce, la película no funciona (pese a ese atisbo final que destacas) y y ODIO que una película nazca ya herida de muerte por ello y muchas no consiguen remontarlo, así que hace tiempo me dije a mi mismo que procuraría ver las menos posibles que me transmitieran esa sensación...

Rosenrod dijo...

Tienes toda la razón, Freddy; quizás, lo peor sea la sensación de dejá vu que te invade.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Tal y como describes la escena final, me suena mucho a otra de Amadeus en la que Mozart le dicta a Salieri las notas del Confutatis del Requiem; de nuevo lo que comentáis, lo del dejá vu.

Un saludo.

Rosenrod dijo...

Sí, pero menos tremenda; más... ¿mística?

Pero sí, haces bien en recordarla... :)

Un saludo!

Anónimo dijo...

Nuevamente me tentaste... esta peli la voy a ver seguroooo!!!
Que te puedo decir...no se si se ha representado bien o mal el genio en el cine... para mi ya estamos en una época donde esa idea kantiana de genio podría discutirse...:) Igual supongo que eso es otro tema... :)

Rosenrod dijo...

Pues es un tema bien apatecible, Dark; habrá que tenerlo en cuenta... :)

Un saludo!

Antonio Rando dijo...

Aunque en una película así, sea imposible no acabar metiendo pasajes de la música de este compositor, a mi me pareció burdo el recurso de acudir a su música para generar un clima emocional. Ed Harris me encantó, al igual que las disertaciones sobre la creación artística y musical que están esparcidas por toda la película. Rosenrod, a mi también me parece que Harris hace un papel en que logra por momentos dar la sensación de vehículo para el genio, de instrumento de expresión de una especie de lenguaje y fuerza interior que pugna por salir y que es su música. Pero quitando 3-4 cosas de la película que me gustaron mucho, no salí del cine especialmente conmovido por lo visto.

Saludos.

Rosenrod dijo...

Irian, gracias por pasarte por aquí. Y, como habrás visto, coincidimos en nuestra visión.

Un saludo!